Toma L-Carnitina para ponerte en forma
El mejor suplemento para reducir la grasa y conseguir un estado físico óptimo gracias a la energía y la recuperación más eficaz.
¿Qué es la L-Carnitina?
La L-Carnitina es muy conocido en el mundo del fitness gracias a los enormes beneficios que produce para la mejora del rendimiento deportivo.
Se trata de un aminoácido que el organismo produce en los riñones y el hígado a partir de la lisina y la metionina. Se encuentra presente en alimentos como las carnes, los pescados, los lácteos y los huevos, además de en algunas frutas y verduras.
Debido a su alta presencia en productos de origen animal, las dietas veganas requieren de la suplementación de la L-Carnitina para conservar un estado de salud adecuado.
¿Por qué tomar suplementos con L-Carnitina?
1. Quemagrasas.
Su principal cometido es el transporte de las grasas hacia el interior de la célula, a la mitocondria, donde es usada como fuente de energía. Para que funcione este efecto quemagrasas, la persona debe disponer de unos niveles adecuados de omega-3 y la suficiente insulina en el organismo para ser llevada a los músculos.
2. Fuente de energía.
La acción descrita anteriormente sobre este aminoácido tiene la consecuencia de que los niveles de energía disponibles en el organismo se ven incrementados, gracias a este proceso de oxidación de grasas. La investigación ha demostrado que la inserción de l-carnitina en la dieta favorece la producción de energía y la mitigación del dolor y molestias físicas tras el ejercicio regular.
3. Optimiza el rendimiento físico.
El hecho de aportarnos mayor energía también nos permite obtener mejores registros cuando hacemos actividad física, como mayor velocidad o resistencia en entrenamientos intensos. Este aminoácido también se encarga de reducir la presencia de ácidos láctico en los músculos con lo que la fatiga es mucho menor y el tiempo de recuperación muscular es más corto. Desafortunadamente, la mejoría no se observa a corto plazo, por lo que suplementarnos con l-carnitina debe ser de forma prolongada.
4. Disminuye el colesterol y previene la diabetes.
La quema de grasas de la l-carnitina también contribuye a la reducción del colesterol malo en la sangre, con el consecuente efecto cardioprotector que esto conlleva. Además, la incidencia que tiene este nutriente sobre el metabolismo de las grasas permite el control de enfermedades metabólicas como la diabetes. La clave para una dieta sana será complementar la l-carnitina y la insulina con grasas omega-3, proteínas y ejercicio físico semanal.
5. Mejora la concentración y el bienestar.
Se trata de un suplemento muy interesante para perder peso y limpiar el organismo de metales pesados, debido a que aumenta la motivación a través del incremento de la dopamina, además de la mejora de la atención, para conseguir tus objetivos.
6. Promueve la fertilidad masculina saludable.
Varias investigaciones pusieron de manifiesto la relación entre los niveles normales de l-carnitina y la salud del esperma. La suplementación mejora este aspecto, aunque siempre se aconseja consultar al médico especialista para encontrar el tratamiento eficaz personalizado con este aminoácido.
7. Previene la pérdida de masa muscular.
También está asociado el nivel bajo de l-carnitina con la aparición progresiva de este mal que afecta enormemente al metabolismo y puede provocar cáncer, SIDA u otras enfermedades serias, que mejoran sustancialmente gracias a la administración de este aminoácido.
8. Trata el síndrome de fatiga crónica.
Gracias a la l-carnitina podemos obtener mejoras significativas de algunos de los síntomas de este síndrome, como el dolor muscular y articular, la ansiedad, la migraña, la irritabilidad, la pérdida de apetito, la depresión y otros.
¿Puede tener efectos secundarios?
Como con cualquier otro suplemento alimenticio, antes de implementar la l-carnitina en tu alimentación es preciso que consultes con tu médico de confianza para conocer los posibles riesgos. Algunos de ellos son las náuseas, el ardor, la diarrea, las manifestaciones en la piel, el mal olor corporal u otros de índole cognitiva como el insomnio, los nervios o la depresión.