Espirulina, un Super Suplemento para tu Salud
Descubre el alimento que tiene tanta proteína como la carne y cuya producción sostenible representa una esperanza para la desnutrición mundial.
¿Qué es la espirulina?
Desde que en 1974 fuese declarada como el mejor alimento para el futuro por la OMS (Organización Mundial de las Naciones Unidas), la espirulina ha incrementado su presencia en millones de dietas saludables en el mundo.
Este suplemento nutricional es una cianobacteria con forma de espiral y que combina el color verde de la clorofila y el azul de la ficocianina. Tales son sus propiedades que se incrementó su popularidad por haberse incluido en la dieta de astronautas de la NASA, por estar actualmente atenuando la desnutrición en países en vías de desarrollo y por acabar con problemas como la obesidad o la anemia en países desarrollados.
La espirulina contiene una alta cantidad de nutrientes, entre los que destaca el aporte de los 9 aminoácidos esenciales que nuestro organismo no es capaz de segregar. Sus niveles de proteína son parecidos a los de la carne y la soja, con la diferencia de que se digieren con mayor rapidez. También son de absorción rápida las vitaminas, los minerales, los ácidos grasos esenciales, los ácidos nucleicos (ARN y ADN), la clorofila y los fotoquímicos que nos ofrece este superalimento. Además, apenas tiene calorías y grasas saturadas.
Beneficios de la espirulina
- Cultivo sostenible. Para producir 1kg de proteína de espirulina ahorramos un 50% del agua empleada para obtener 1kg de carne de ternera. Además, la producción de este alga es 20 veces superior a la de la soja en las mismas condiciones, ya que la espirulina se adapta mucho mejor a las altas temperaturas.
- Ácidos grasos esenciales. Gracias a la espirulina podemos proveernos de ácidos grasos no presentes en la carne, en los lácteos ni en los huevos.
- Combinación única de vitaminas y minerales. Contiene vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B12, D, E y H, y minerales como calcio, hierro, zinc, potasio, magnesio, manganeso, fósforo y selenio, muy beneficiosos para la salud.
- Gran aliado para el sistema inmunitario. Gracias a su gran cantidad de hierro que es de rápida absorción, la espirulina es un remedio natural eficaz para aumentar las defensas de nuestro organismo. También la clorofila mejora los estados de anemia.
- Protege nuestro corazón. La presencia de vitamina B6 hace que disminuya la presión arterial y, además, combate la retención de líquidos en zonas bajas. La niacina, por otro lado, contribuye a reducir el colesterol malo (LDL), y la vitamina E también protege nuestro sistema circulatorio.
- Fuente de energía y vitalidad. Muchos deportistas profesionales toman la espirulina para mejorar el rendimiento físico, ganando fuerza en los músculos y resistencia.
- Favorece la pérdida de peso. Debido al poder saciante que tiene la fenilalanina y la presencia de ácidos saludables en la espirulina.
- Activa el tránsito intestinal. Funciona como antiséptico natural para combatir casos de estreñimiento.
- Retrasa el envejecimiento celular. Por sus lujosas propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antivirales, gracias a la acción de la ficocianina, la vitamina E, la clorofila, el ácido linoleicos y el betacaroteno.
- Mantiene la belleza de piel, cabello y uñas. De forma adicional a la acción de la vitamina H (biotina), el ácido pantoténico, el ácido fólico y el inositol frenan la pérdida del cabello.
- Preserva la salud ocular. Nuestra visión también se ve protegida por la cantidad de betacaroteno de la espirulina.
- Mejora las conexiones neuronales cerebrales. Ayuda a conservar la mielina de los axones de las neuronas gracias a la producción de acetilcolina, mejorando la salud del cerebro.
¿Qué problemas de salud pueden verse mejorados gracias a la espirulina?
Siguiendo los 12 beneficios anteriores, podemos encontrar muy útil consumir espirulina en casos de:
- Carencia de vitaminas, minerales y ácidos grasos.
- Debilidad y anemia.
- Estreñimiento.
- Diabetes
- Obesidad
- Infecciones
- Asma
- Malas digestiones.
- Trastornos del hígado.
- Úlceras intestinales.
- Hipoglucemia.
- Artritis.
- Depresión.
- Enfermedades degenerativas.
- Hemorroides e hipertensión.
- Sangrado de encías.
- Mal aliento.
